viernes, 18 de diciembre de 2009
Los niños y la televisión
miércoles, 16 de diciembre de 2009
¿ Por qué no sacamos el niño que llevamos dentro?
Explica la estructura y dinámica de la personalidad a través de los estados del yo, que se clasifican en : adulto, padre y niño.
El Padre
Es la serie de sentimientos , actitudes y pautas de conducta que se asemejan a los de una figura parental. Suele ser la parte que da órdenes, tal y como actuaría un padre; es nuestro yo normativo, exigente, autoritario y normativo. Este yo suele predominar en las personas mayores.
El Adulto
Es la serie autónoma de sentimientos, actitudes y pautas de conducta adaptadas a la realidad actual. Este estado es el encargado de objetivizar la realidad de las cosas, de las personas y acontecimientos. Suele presentarse en las personas maduras capaces de razonar y tomar decisiones. Es el yo calculador, realista, sereno y frío.
El Niño
Serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que son reliquias de la propia infancia de individuo. Es el yo juguetón, creativo y sensible. Nuestro Niño representa una forma de pensar, sentir y comportarnos subjetiva en la que predomina la afectividad, las emociones, la intuición y la expresividad. Nuestro Niño es la parte de nuestra personalidad que nos aporta la creatividad, la espontaneidad, el entusiasmo, la habilidad y la naturalidad.
A través de esta técnica podemos observar que todos llevamos dentro un padre, un adulto y un niño. Dependiendo del momento en el que nos encontremos dejaremos salir a uno de ellos, facilitando o dificultando, en esa situación, la comunicación o la interacción con la otra u otras personas. Suele ser demasiado grande el miedo a sacar nuestro niño, cuando en ciertas ocasiones sería lo más oportuno. Nosotros como adultos, pensamos que debemos dar un ejemplo, que nuestro comportamiento ha de ser modélico para de este modo poder ser imitado por nuestros hijos, por ejemplo, sin embargo, el yo niño tiene tantas o mas cosas que aportar que el yo adulto o el yo padre. En definitiva, creemos que todos deberíamos sacar el niño que llevamos dentro sin tener miedo a nada, porque ese niño es magnífico y puede llevarnos a numerosos conocimientos.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Tiempo para la reflexión
Si ya la publicidad hace estragos en la población adulta, influye en sus conductas, en sus patrones de belleza, condiciona sus comportamientos…, en definitiva coarta su libertad, ahora nos encontramos con la publicidad dirigida a los niños, concretamente, en esta ocasión, estamos hablando de los anuncios de juguetes. ¿Dónde quedaron los tiempos donde los niños fomentaban su imaginación a través del juego?
Ahora, nos encontramos con una multitud de juguetes, para todas las edades, los cuales lo traen todo hecho, el niño cuando juega con ellos no cultiva su creatividad, su imaginación, bienes tan preciados y tan pronto abandonados en la mayoría de las personas. Por otro lado, los anuncios publicitarios de juguetes marcan “que es para quien”, pudiendo clasificarse, en muchas ocasiones, de anuncios sexistas (las muñecas las anuncian niñas, los mecanos los niños…). Estamos condicionando el uso de ese juguete, acentuando, podríamos decir, el machismo, aspecto tan “rechazado” en nuestra sociedad.
Con todo esto, estamos acelerando la evolución de los niños, los estamos empujando a que entren de manera inminente en el consumo innecesario, los estamos poniendo en manos de quienes, en cierto modo, nos controlan a nosotros los adultos. ¿Es eso lo que queremos para nuestros hijos? ¿Son estos los valores que queremos inculcarles a nuestros hijos?
Ante la salida al mercado de este tipo de juguetes, los cuales se lo dan todo hecho a los niños, comenzaron a surgir comercios los cuales ponen a la venta juguetes, según ellos novedosos, sin embargo, no dejan de ser los juguetes con los que nuestros padres o incluso nuestros abuelos se divertían. Son juguetes “básicos” con los que el niño se divierte a la par que desarrolla su creatividad e imaginación, juguetes que “obligan”, en ocasiones, a que los padres participen en el juego de sus hijos y paren, por un momento sus vidas frenéticas y les dedican tiempo de juego y relax a sus hijos. Pero como ocurre con casi todo, esto que es realmente lo tradicional, se ha convertido en lo novedoso, siendo sólo accesible a unos pocos. Si miramos al mercado de juguetes es más difícil adquirir un juguete de este tipo que otro de los que anteriormente hemos hecho mención.
Para finalizar, nos gustaría plantear, a modo de reflexión, las siguientes cuestiones:
¿Cuántas veces le hemos comprado a nuestros hijos el juguete más de moda que en ese momento había y al poco tiempo nos hemos percatado que ni siquiera lo mira? ¿Escuchamos, realmente, a nuestros hijos, sus necesidades, o por el contrario, a la hora de comprarle juguetes, nos estamos escuchando a nosotros, los adultos los cuales solemos pensar que el hecho de poseer, y encima si es lo “último” del mercado, me va a dar la felicidad?
lunes, 7 de diciembre de 2009
Educación; educare y educere
- Inducir con preguntas a la duda, acerca de las creencias y perjuicios del educando.
- Mayéutica, arte de la comadrona (aspecto más positivo). Con preguntas y respuestas hacer que juntos educador y educando encuentren respuestas y conocimientos.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
La teoría del amor, de Erick Fromm
El amor no es un sentimiento fácil para nadie. Que todos nuestros intentos de amar resultará un fracaso a menos que desarrollemos nuestra personalidad totalmente. No conseguirá el triunfo en el amor individual si no logramos amar al prójimo.
Mucha gente confunde el amar con el ser amado. Los hombres, por ejemplo, creen que siendo ricos, poderosos y teniendo éxito serán dignos del amor de los demás y conseguirán ser amados.
Otras personas, en cambio, piensan que amar es fácil. Lo difícil es encontrar a quién amar. Estos confunden el objeto con la facultad.
Luego los hay que consideran que en el amor no hay nada que aprender. Amar es lo más fácil que hay y no cuesta ningún esfuerzo. Esta es la idea que prevalece sobre el amor, a pesar de los numerosos fracasos que se producen.
Lo primero que debemos de tener claro es que el amor es un arte y que, como cualquier arte, requiere un aprendizaje. Este aprendizaje se divide en dos partes fundamentales: la teoría y la práctica.
La parte teórica es la más importante y la que más nos ocupará. En cambio muy poco se puede decir de la práctica del amor.
Amar es una experiencia personal que nadie puede hacer por nosotros ni enseñarnos a realizar.
Como todo arte tiene unas condiciones generales que deben ser atendidas.
Primero se necesita una disciplina. Ya que no se hará nunca nada bien si no se tiene disciplina. Pero no se trata de practicar unas horas determinas al día, sino que hay que mantener la disciplina durante toda la vida. Necesitamos autodisciplina.
Otra condición indispensable es la concentración. Si no prestamos atención, si no nos concentramos, nunca lograremos aprender el arte correctamente. Sin embargo, en nuestra cultura es casi más difícil la concentración que la disciplina. Manifestamos una gran dificultad para estar a solas con nosotros mismos, siempre tenemos que estar ocupados en algo (beber, comer, fumar, leer…).
Un tercer factor condicionante es la paciencia. Si pretendemos lograr resultados rápidamente no conseguiremos nada en este arte.
Otro requisito fundamental es la preocupación máxima por el arte que deseamos aprender. Debemos llegar a ser maestros en el arte, un aprendiz nunca conseguirá dominarlo totalmente.
Si alcanzamos a comprender y poner en práctica estas premisas el hombre, probablemente será capaz de amar.
Una de las frases característica de Erick Fromm es:
La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos.
Respecto al tema de los niños, podemos observar diferentes situaciones que se desarrollan en la actualidad en las que infravaloramos las capacidades de los niños.
Por ejemplo, la mayoría de los padre, ya sea por cariño o por miedo, tienden a sobreproteger a sus hijos; no lo hacen de manera negativa, pero algunos de ellos no se dan cuenta de que restan libertad a sus hijos. Un gran porcentaje de padre piensan que protegiendo a sus hijos no les pasará nada, pero esto es un error desde nuestro punto de vista; piensan que si sus hijos no salen, si sus hijos no ven la auténtica realidad, los problemas que existen, las dificultades o situaciones tan simples como aprender el valor de los objetos; piensan que si no se los enseñan porque son pequeños serán más felices, pero no se dan cuenta, que de esta forma están estimulando indirectamente a que los niños aprendan por si solos sin ayuda.
Por ejemplo, si a un niño no le dejas salir, él cuando este con sus compañeros va a interesarse por salir al ver como todos sus compañeros lo hacen; por lo que lo hará a escondidas de los padres por creer que es algo malo; entonces, los niños saldrán y no sabrán enfrentarse a la realidad, a decir no al alcohol, drogas… por ello es básico que exista una educación libre pero regida por unas pautas.
Esta educación libre es motivada por escuelas como las siguientes:
Summerhill , podemos apreciar un ejemplo en el vídeo.
Paideia, de aprecia en el vídeo.
El texto de la entrada anterior abarca este tema, es otro ejemplo de la educación en los niños, como los consideramos con menos capacidades de las que tienen, cuando en realidad son muy inteligentes. Ese texto pertenece a Khalil Gibram del libro “El Profeta”.
Los niños
Y él dijo:
Vuestros hijos no son hijos vuestros.
Son los hijos y las hijas de la Vida, deseosa de sí misma.
Vienen a través vuestro, pero no vienen de vosotros.
Y, aunque están con vosotros, no os pertenecen.
Podéis darle vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis albergar sus cuerpos, pero no sus almas.
Porque sus almas habitan en la casa del mañana que vosotros no podéis visitar, ni siquiera en sueños.
Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no busquéis el hacerlos como vosotros.
Porque la vida no retrocede ni se entretiene con el ayer.
Vosotros sois el arco desde el que vuestros hijos, como flechas vivientes, son impulsados hacia delante.